El ambiente de este agriturismo es familiar, muy acogedor y distendido. Tanto las instalaciones como el entorno toscano son de extrema belleza. La distancia a San Gimignano es muy corta, lo que permite disfrutar la sensación de estar en San Gimignano y al mismo tiempo la belleza de la campiña. Muy destacable la calidad de la elaboración de los alimentos. La dueña del lugar cocina platos deliciosos, elaborados, con sabores delicados pocas veces encontrados.

La atención de Roberto y todo su equipo de trabajo que hizo de nuestra permanencia en el hotel muy gratificante, tranquila y cómoda. La limpieza de sus habitaciones, así como el desayuno completo y la calidad humana, nos hará regresar muchas veces más.

Ha sido una estancia perfecta. Todos muy amables, precioso el entorno y las puestas de sol, recomendable 100%.

Ubicación excelente para visitar la toscana.

No dispone de zonas comunes habilitadas para tomarte algo, ni bar. Solo ofrecen una especie de selfservice donde hay cerveza, vino, cava, limoncello, grapa y agua, y encima lo cierran entre 23-23:30. Lìmpieza de las habitaciones justa, por no hablar de la decoración.

El trato del personal.

Nos han alojado a lado de una familla con niños muy animados, esto no nos ha permitido disfrutar al 100% del relax de la installacion. Aconsejo llamar antes de reservar para comprobar que clientes estaran durante el periodo de estancia, ya que por la dimension de la installacion no hay mucha privacidad.